CURAR UN CORAZÓN ROTO

El dolor de dar por terminada una relación es algo que podemos sufrir en más de una ocasión.

            El tiempo que tardamos en aceptar que una relación ha llegado a su fin, puede ser diferente según la persona y cuanto antes tomes conciencia de ello, antes verás un avance importante a la hora de fortalecerte.

            Además este conocimiento que empezaras en un momento en el que tu autoestima está dañada, será fundamental para afrontar relaciones futuras.

Formas de curar un corazón roto

            Cuando sufrimos una ruptura necesitamos tomarnos nuestro tiempo. No podemos intentar solucionar el problema rápidamente. Los sentimientos tienen un proceso de “luto” y hay que respetarlo porque sino será todo más difícil y se alargará en el tiempo.

            Durante los primeros días hay que evitar aislase por completo, aunque sea lo que más te apetece. La tristeza, la culpa, la confusión y otros sentimientos pueden llegar a ser bastante abrumadores. Para aceptar todos estos cambios lo aconsejable es rodearte de personas de confianza que se preocupen por ti: amigos, familia y profesionales.

            Cuando te decidas a dar el siguiente paso te dejo una serie de cosas que no debes hacer mientras estés en el proceso de cambio:

No permitas que tus emociones te controlen

            Intenta no ver el final de tu relación como un fracaso. Considéralo una nueva oportunidad de aprender y crecer. No importa si es la primera o has perdido ya la cuenta, todos podemos llegar a conocernos mejor y trabajar para mejorar nuestra habilidades interpersonales, da igual la edad que tengas.  

            Seguramente al principio te sentirás con mucha ira por la relación que se ha acabado, incluso por la manera en la que se puso fin; se te pasará por la cabeza más de una vez el modo de vengarte de tu ex pareja o incluso de interferir en su vida. Eso aunque parezca que en un principio te ayuda lo único que hará es hacerte sentir peor y que no avances.

Ocúpate de ti

            No te descuides, arréglate, sigue con tu vida. Llevar la rutina como si nada hubiera pasado, incluso mejorándola en ciertos aspectos que quizá tenías abandonados, a lo mejor haciendo una dieta más sana y equilibrada, realizar más ejercicio, ver a amigos que hacia tiempo que no veías…

            Intenta tener paciencia contigo mismo, sé generoso y no te castigues. El dolor de una ruptura no es sólo emocional, a veces se traspasa a nivel físico: dolores de cabeza, malestar general, cuadros de ansiedad. Si te sientes culpable o avergonzado por cómo termino la relación sólo incrementará el dolor, concederte la auto-compasión y la empatía a ti mismo es fundamental para retomar la confianza.

No te quedes anclado en el pasado

            Todos tenemos la tendencia de mirar hacia atrás en nuestras vidas, recordar ciertas relaciones con «cristales de color rosa».

            La fantasía de nuestro cerebro nos juega malas pasadas. No todo es tan bueno como lo recordamos, lo malo suele difuminarse y por eso nos parece menos grave. Estos pensamientos suelen alterar nuestro proceso de recuperación porque nos llevan a una angustia. Debemos mantener la perspectiva cuando estas ideas nos vengan a la cabeza. Nunca podremos recuperarnos pensando en lo que pudo ser y no fue.

            Las redes sociales se convierten en nuestra soga, es mejor no saber nada de esa persona, así no vemos fotos, si ha empezado una nueva relación, si quizá es mejor retomar la historia …

Quédate con los buenos recuerdos

            Incluso si la relación terminó con una nota amarga, es probable que no haya sido del todo malo. Es normal mirar hacia atrás para ver lo que fue bueno y es posible que extrañes ciertas cosas de tu ex y del amor que compartieron. Cuando surja un recuerdo,  permítete estar agradecido pero sigue adelante y no te quedes en ese recuerdo.

No ignores tu dolor

            Es posible que tal vez sientas que sería más fácil y menos doloroso simplemente ignorar toda la situación. Si bien esto te puede hacer sentir bien a corto plazo, solo hará más difícil tu recuperación. Fingir, no te permite crecer y tampoco te permite relacionarte bien con los demás.

Revalúa cuáles son tus necesidades

            Después de una ruptura es un buen momento para analizar tus necesidades y evaluar tus relaciones. Tómate tu tiempo para restablecer los valores que quieres en una pareja y lo que necesitas.

Inténtalo de nuevo cuando sea el momento

            Forzar la máquina no ayuda, deja que todo tome su curso. Hay personas que siempre han tenido pareja y les resulta muy difícil estar solos, están acostumbrados a tener compañía. La sensación de urgencia a buscar a alguien sólo te quita la oportunidad de conocerte y de concentrarte en tí mismo.

Perdonar

            No puedes cambiar el pasado, pero sí puedes aprender de él. Recuerda que puedes cambiar tu comportamiento o manera de pensar siempre que lo desees para evitar repetir errores y así permitirte crecer y continuar desarrollando tu amor propio.

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