COMUNICACIÓN NO VIOLENTA

La Comunicación No Violenta es una forma de comunicarse que propone fomentar la comprensión para con uno mismo y para con los demás a través de la autenticidad y la empatía. El propósito es desarrollar relaciones en el marco de una cultura ganar-ganar: ganamos nosotros y ganan los demás.

La Comunicación No Violenta se experimenta en dos planos:

– promover la tolerancia y la búsqueda de conexión a la hora de comunicarnos

y por dos caras:

Ejemplo: compartir un dolor lo disimule y lo mismo con una alegria pero en este caso incrementándola.

¿Cuáles son las etapas de la comunicación no violenta?

1) ¿Qué ha ocurrido?

Consiste en aprender a describir hechos sin añadir ninguna evaluación de los mismos. Es fundamental para la resolución de conflictos dado que marca la diferencia entre lo que es (objetividad) y lo que se cree que es (subjetividad). Es en ese espacio neutral donde el diálogo es posible.

2) ¿Qué sentimiento me ha generado?

Un sentimiento es un mensajero, un indicador, de nuestro estado de ánimo. Nos anuncia que algo va bien (alegría…) o que algo requiere nuestra atención para mejorarlo (rabia, tristeza…). En el segundo caso está destapando una necesidad no satisfecha

3) ¿Qué necesito satisfacer?

En la Comunicación No Violenta el termino necesidad engloba todo aquello que da fundamento, seguridad y sentido a nuestra vida, desde las necesidades vitales (raíces) hasta las espirituales (hojas) pasando por las que nos ofrecen seguridad (tronco y ramas).

4) ¿Cómo puedo realizar una petición para satisfacer mi necesidad?

La petición, en la conciencia de las necesidades, es la llave de la abundancia. Cuando más concreta sea una petición, más fácil será que nos entiendan y por tanto, que pueda ser satisfecha.

¿Cómo establecer una comunicación plena con las demás personas?

Autoempatía

Para poder ser empáticos con los demás necesitamos antes desarrollar la autoempatía, es decir la empatía por nosotras/os mismas/os.

Por tanto, la autoempatía es necesaria para poder realizar una expresión honesta (asertiva) de nuestras necesidades.

– La atención que nos prestamos a nosotros mismos nos tranquiliza y nos permite después acoger más fácilmente a los demás

expresión honesta (mi lado)

Si conectamos con nuestras necesidades y las expresamos de una forma respetuosa (sin juicio ni reproche ni agresividad) estamos siendo asertivos y aumentamos las posibilidades de que éstas sean escuchadas y satisfechas.

Es importante que nuestras palabras no contengan una evaluación enmascarada, por tanto es deseable evitar palabras como:

este tipo de palabras implican un juicio o un reproche, al decir que me siento desconsiderado, estoy afirmando que otra persona no me considera, por tanto, manifiesta un desempoderamiento: una entrega de poder personal.

El objetivo es poder analizar «mi» problema sin involucrar a la otra persona

empatía (el lado de la otra persona)

En ocasiones sólo vemos una parte de las situaciones, la nuestra. La empatía permite conectar con el punto de vista de otras personas. Es una palabra de origen griego que significa «percibir la experiencia subjetiva de alguien»

– La empatía es una cualidad de escucha y de presencia de los demás, de sus sentimientos y necesidades, sin querer llevarlo a ninguna parte y sin recordar el pasado» (Marshall B. Rosemberg)

Cuando una persona siente que otra le ofrece comprensión por lo que experimenta (sentimientos, aunque no los comportamos) y lo que anhela (necesidades, aunque no vayamos a satisfacerlas) se produce un cambio sutil en el intercambio, se genera una conexión que permite establecer un diálogo.

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